21 de marzo de 2009

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Ayer pasé por la primaria donde cursé ese nivel escolar y en la puerta principal aún estaba colgado un moño negro que indica la muerte de alguien que ahí trabajaba (para los que no entiendan el símbolo, pues). En las últimas tres semanas, había pasado constantemente por ese lugar; además de recordar esos viejos tiempos y contemplar los no muchos cambios en el ambiente (pues hacía demasiado que no pasaba por ahí), a mi mente venía lo que una noche me dijo mi mamá: "Se murió tu maestra Lolita". Sí, justamente mi profesora de quinto y sexto de primaria. Una persona con cáncer, madre soltera y con una hija -hermosa la niña- de, ahora, 14 años.

No sentí una gran tensión emocional, mas me dejó pensando: no podía aceptarlo, así de pronto cualquiera se va, pero ella... ¿por qué ella? Porque he de jactarme que, a pesar de haber estudiado en escuela pública, mi educación no fue una basura, los profesores que tuve me aportaron demasiados conocimientos, tanto académicos como para la vida.

No sé ni siquiera qué decir, las palabras se alejan y las ideas se pierden en el limbo, sé que no siento tristeza ni dolor, pero sí incertidumbre. Gracias, profesora, donde quiera que esté.

1 comentario:

Princesa_DeAquelViejoReinoPerdido dijo...

Lo siento, debió ser una mujer magnífica...
Me encanta tu blog, se nota tan íntimo, tan sincero, tan fresco... Como una primavera triste, como un cisne negro.
Un beso, te leo.