Por: Hikari Hotaru
Señores, señoras, señoritas, vírgenes y los no tanto, así como fieles lectores, permítanse entrar en mundos diferentes y dejen, por favor, que los sumerja en estos sentimientos extraordinarios y poco comunes que estoy sintiendo; que los lleve a lugares donde el deseo, la confusión y el amor, se materializan en palabras que expresan mucho mejor cualquier emoción a la que pueda hacer alusión contándoselas como una experiencia de un día: entren aquí para comprender mi pequeño discurso.
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