20 de septiembre de 2012

Manuscrito 3/3

Creo que me seguiré preguntando por qué no me volviste a buscar, por qué no le pediste a nadie que me dijera, por qué en sueños, querido, por qué…

Hay ocasiones en las que me imagino en la puerta de tu casa, esperando que sea tu madre la que salga y entonces, yo, tímidamente, le pregunte qué pasó.

Y después, de pie, frente a tu tumba, reclamándote, riendo, llorando, despidiéndome… Es sólo miedo traducido en imaginación.

“et au sud de mes peines, j’ai volé loin de toi, pour couvrir mon cœur d’une cire plus noire”.

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