31 de diciembre de 2010

Felicidades



De un montón de estrellas, algunas se apagaron: unas se fueron antes de tiempo, pero dejaron mucho a su paso; otras, simplemente, decidieron desaparecer de la vida de los demás, que sus deseos son más fuertes que quienes creían tener su amistad; y muchas más siguen ahí, con tanta intensidad, acompañando, riendo, llamando, amando y, por supuesto, leyendo Luciérnaga de luz.

No sé cómo calificaría usted, querido lector, el 2010; pero yo diría que fue complicado, difícil de asimilar y con satisfacciones. Les deseo un maravilloso 2011, a los viejos, a los más recientes y a los próximamente nuevos lectores, y agradezco sus paseos por este espacio de vez en cuando. Mejoraremos, cambiaremos e innovaremos este blog, le hace falta.

Un abrazo y un beso virtual a todos. El mundo es para nosotros lo que nosotros queramos hacer con él y a nuestro ritmo.

Recuerde, esperanzado lector, que la diferencia entre querer y desear sólo es la disposición para hacer las cosas.

No hay comentarios: