23 de enero de 2010

Quejas y la pregunta del día



En una ciudad donde es complicado andar y vivir diariamente, la actitud de algunas personas lo hace todavía más difícil:

1. A ver, gente, ¡por qué obstruyen el paso en las banquetas! Si un día atropellan a alguien, no duden que serán los primeros demandados. Las aceras son para andar, no para poner estantes, autos o basura. ¡¡Qué les pasa, personas!!

2. ¡Por qué la desesperación para salir de los vagones del metro! Individuos, si fueran un poco pacientes, verían que no hay necesidad alguna de empujar a quienes bajarán también. No se enojen, no avienten, TODOS SE CONSEGUIRÁN AFUERA.

3. Si caminarán lentamente, ¡oríllense! y dejen pasar a quienes llevan prisa o, simplemente, tienen un paso más veloz que el suyo. No estorben en las puertas, no crean que todo el espacio les pertenece.

4. Y, por último, nada cuesta decir "por favor", "gracias", "permiso". Tampoco funciona culpar a otros de nuestra falta de control.

Si fuéramos un poco más conscientes de nuestras fallas, de hasta dónde tenemos la culpa y conociéramos nuestra capacidad de autocontrol, las cosas serían diferentes.

Simplemente es un cambio de actitud, señores, nada más. Una sonrisa y ser educados no cuesta nada.

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Ahora, la pregunta del día (porque ni se imaginan lo que la gente reflexiona durante su trayecto en metro). La autora es una fémina de alrededor de 10 años:

¿Qué es más limpio: la baba de una persona o la baba de un bebé? ¿aeh? *~*

3 comentarios:

Uno de los Condenados dijo...

todo se basa en reglas de buena conducta y respeto, se supone las aprendemos en la casa y la escuela...

Lim dijo...

La mala conducta ciudadana va a base de estres y más en las grandes ciudades, donde el tiempo es limite.
Con respecto a la pregunta, creo que la del bebé, por ser una baba inocente y sin mala fé, la de los mayores, alguno se debería tragar sus babas,así el mundo sería otro.
Un beso.

Anónimo dijo...

En este mundo, al parecer, todo se supone...Insisto que es cuestión de actitud, si no renegáramos de nuestro día a día, sería todo diferente, y también si no escupiéramos sólo por hacerlo.

Un beso a los dos