Calendario menstrual para hombres
Por años, el ciclo menstrual ha sido una incógnita para los hombres, comprenden cómo se lleva a cabo biológicamente, mas no entienden la parte de las molestias físicas y mucho menos las emocionales. Lo peor, sin duda, es soportar esas travesuras de las hormonas, como si fueran directamente en su contra, aunque no.
Pero ya no gaste más tiempo tratando de entender, masculino lector, ya no soporte más malos humores y cambios de ánimo repentinos; la solución ha llegado: es el Calendario menstrual masculino.
Con él, temeroso lector, no sólo sabrá cuáles son los días buenos y cuáles los de alto riesgo, también le permite conocer el momento indicado para alejarse y cómo debe actuar ante su mujer. Pensado especialmente en ustedes, desde la fábrica de El espíritu de los cínicos.
No lo piense más, olvídese de cometer errores, de no estar listo para el momento de furia, de recibir quejas, regaños y de tener discusiones que usted no provocó, ¡adquiéralo ya!
Y, mujer que nos lee, también anímese, éste puede ser el mejor regalo para su pareja... y para usted, porque ¡basta de ser incomprendida!
Nota: Únicamente en existencia la versión del ciclo regular.
¿Saben, queridos lectores? No hay nada que me parezca más divertido que ver a los hombres por las mañanas en el metro. Su desesperación por no poder ir en los vagones para mujeres y, a cambio, ir al lado de hombres igual de malhumorados, estresados, somnolientos y recién bañados.
¡Es lo más gracioso del mundo!: Verlos salir primero del vagón, con sus rostros ilusionados y apresurados, para apreciar a cada mujer que sale; se detienen un momento, escanean, y prosiguen su camino cuando se dan cuenta de que detienen el tránsito; pero no dejan de lanzar miradas hacia donde sientan una presencia femenina, con la intención de disfrutar lo que no pueden tener.
Y qué decir de aquellos que en el andén llegan a la altura de donde se encuentran los vagones para mujeres en el pasillo contrario. Esas miradas lujuriosas, apenadas, indiscretas o curiosas, tranquilas y sin prisas, no pierden una sola; a pesar del poco tiempo, ahí están, atentos, preparados para el reto de mirar a todas las féminas que puedan.
Son esos hombres que se conforman con mirar; esos jóvenes, señores, adolescentes, con el único fin de recrearse.
Y no, señoritas y señoras tan paranoicas ustedes y egocéntricas, cabe señalar,, no es acoso (tema sonado recientemente, como si fuera nuevo ... puff!), es la naturaleza masculina, es el sentido innato de supervivencia, es el libido controlado, lo más cercano a una fantasía cumplida... una reacción, sí, como ésa que nos da a las mujeres al ver a un hombre verdaderamente atractivo. Sí, así.