Si estás en el gimnasio "haciendo brazo" y ella también, no le preguntes si está usando la pesa que no trae en la mano, que ni siquiera ha movido del lugar al cual pertenece y que pesa ¡¡10 KILOS!!
Aunque ya pasó un día, la canción de hoy hace referencia al día de San Valentín, que, para mí, no tiene nada de celebración, pero de vez en cuando es bonito acordarse que somos capaces de sentir miles de emociones en diferentes formas.
El siguiente video (hecho por Moviesoundtrack23) tiene además,las historia de por qué esta fecha es "importante" (jeje que, por cierto, a mí me la contó el hombre más perfecto *O*!). La canción es Love Story de una tal Teylor Swift.
Hola, queridos lectores. Bien sé que los he dejado abandonados, pero estas dos semanas fue el regreso a clases y ya estoy como zombi, prometo que intentaré apurarme con las tareas para tener tiempo de ocio y escribir mucho por aquí.
Este tiempo, desde la vuelta a la escuela pues, me han pasado cosas chistosas, una de ellas fue en el Centro cultural Banamex, donde uno de los señores que cuidan que no pases la pinchurrienta raya blanca (porque VAIGAS (sic) a maltratar con tu vista lo expuesto) me preguntó si iba en primaria o secundaria jaja, cada día me veo más joven o más enana.
En este lugar también me sentí indignada porque no dejan platicar a gusto a los vigilantes, ¡pa' lo que tienen que hacer!: checar a las únicas tres gentes que visitan el lugar. Por culpa de su jefe que los ve feo, los dones cuidadores (sic) que se pusieron, amablemente, a platicar conmigo, porque iba sola sin nadie a mi lado, tuvieron que interrumpir sus agradables conversaciones (me perdí el final de cómo el amor evitó que uno de ellos no estudiara la universidá [sic]) y, además y menos importante, quedé como la niña que no sabe encontrar nada, ni aunque lo tenga frente a sí -jajaja.
En fin, después de la anécdota veloz, es justo dirigirse al asunto que titula esta entrada. Como les mencioné, estas semanas de regreso a clases me han pasado muchas cosas que recuerdo con una carcajada.
Mi facultad se caracteriza por ser la más horrorosa de todas (aunque ya la pintaron y se ve menos horrenda) y por sus pésimos servicios (no únicos en su género ni lugar); pues el lunes de esta semana, requería unas copias para, como buena alumna, leer y poder participar en clase, pero la "eficiencia" de quienes trabajan ahí nos hicieron (a mi cuata y a mí) perder dos horas de nuestra vida y mi clase de francés, porque las dichosas hojas que teníamos que sacar (copias de un libro) tenían mucho tóner o no-sé-qué-mamada y no las pasaba su máquina-sin-mantenimiento. Así, tuvimos que dirigirnos hacia el servicio de otro edificio (porque además son de las que se tienen que pagar en la caja de la escuela) para esperar y obtener no sólo lo necesitado, sino también un "no que no pasaban en la fotocopiadora" sarcástico, como si nosotras fuéramos las culpables de la pésima habilidad y enorme pereza de quienes atienden ¬¬.
Por esta situación, la amiga que sufrió esto conmigo, escribió al respecto. Les reproduzco fielmente su texto y, espero, que sus consejos nos sirvan a todos.
Fotocopias, como sacarlas sin morir en el intento (Por Alma R.C.)
Bueno, aquí estoy de nuevo con otra vivencia personal. En este caso, en lugar de hablar de cómo envejecemos, de mis vacaciones y de lo que es tener un día pésimo, hablaré sobre las fotocopias de la facultad. Como ustedes saben, los profesores, sin importar sexo, edad o carrera, nos piden copias siempre para los controles de lectura, para los exámenes, para los trabajos, etc. Este servicio, por ende, debería ser eficaz, ya que somos más de cinco mil estudiantes en la facultad y a horas pico sacar copias se vuelve todo un martirio. Para los que no estén familiarizados con esto, ya sea porque prefieren comprar libros o porque son de otra universidad, sólo chequen el dato: en el edificio A sólo atienden tres personas, a veces sólo dos y hay cuatro máquinas disponibles. Luego se distraen al sacar las copias porque están viendo María la del Barrio o no qué sé. Esto trae como consecuencia que, cuando uno revisa sus copias, éstas estén en mal estado, manchadas, al revés o al juego le faltan hojas. En el edificio C la cola también es interminable y ahí sólo atienden dos personas, en promedio. El número de máquinas es tres, pero a veces una o dos está descompuesta. Ya se imaginarán el tiempo de espera... Por su parte, en el edificio F, el más odioso para mí, hay OCHO máquinas, de las cuales únicamente DOS funcionan y sólo atienden 2 personas (a veces tres, pero no es muy común). Y lo peor es cuando dejas un libro con más de dos horas de anticipación y cuando vas a recogerlo, resulta que no le han sacado los dos o tres juegos de copias que pediste. Y para rematar el señor dice que no fue su culpa porque las demás máquinas no funcionan, pues "el técnico no ha venido" (esa ha sido su excusa desde cuarto semestre, así que no le crean nada) , por lo que te hace esperar una hora más. Por último está el C, el cual sigue la misma lógica del F: pagar las copias en el edificio G y luego recogerlas en el C. Uno piensa que por el hecho de que ahí hay tres máquinas atendidas por tres personas, el proceso de fotocopiado será más rápido pero NO es así. Incluso para quitarse el trabajo de encima, te dicen que tus copias tienen demasiado tóner por lo que no se podrán fotocopiar. FALACIA. En fin, lo más recomendable para ir a sacar copias es: 1) No ir hambriento, enojado, estresado ni con el tiempo encima. 2) Con anticipación, marcar las páginas y el costo de cada juego (especialmente si vas al edificio C o F) 3) Llevar un libro para leer mientras se espera en la cola o, en su defecto, tu iPod o un buen amigo (a) con quién conversar. 4) Haber ido al baño antes o pedirle a alguien de confianza que te aparte el lugar, porque si no, ya valiste y tendrás que formarte de nuevo. 5) Si el libro solicitado por el profesor (a) no es caro, es mejor comprarlo. 6) Si cuentas con credencial de la biblioteca, es mil veces mejor llevarte el libro. SIN EMBARGO, si sólo hay dos o un ejemplar disponible, no seas manchado (a) y mejor sácale copias. 7) Llevar un banquito, de esos despegables, para sentarse mientras se espera. 8) Jugar con tu celular, leer la Gaceta o jugar sudoku (entretiene bastante y es recomendable si no tienes amigos con quiénes platicar mientras esperas). 9) Pedirle a alguien que te saque las copias y después devolverle el favor (en caso de tener prisa o mucha hueva para formarse). 10) Leer el libro y hacer el resumen el mismo día, para no tener que sacarle copias. 11) No hacer la tarea (no recomendable).
En 1996 tenía 7 años, si las cuentas no me fallan; iba en la primaria, en segundo, y no me importaba nada que tuviera que ver con amores, no veía a ese sentimiento como el motor del mundo y, sin querer, lo sentía, de la manera más pura, inocente e infantil de toda la vida. Sin embargo, TV Azteca, sacaba al aire una novela donde la fuerza de sus personajes para todo era, precisamente, el amor.
Como una de sus primeras producciones telenovelescas (sic), tendría un éxito grande medido en los números de rating. Hoy, quizá ya no es tan recordada por la historia, pero sí por un tema que la acompañó desde su inicio hasta su fin, y el cual, además, es una canción que permite recordar la década de los noventa y el inicio de una televisora (que es hoy parte de un monopolio en los medios y no aportaría muchas novedades). Escrito e interpretado por Armando Manzanero --músico nacido en 1935, con más de 30 discos en su historia-- junto con Lisset, Nada Personal le dio fuerza a una historia llena de, como Tv Azteca lo dice en su sinopsis, "amor, de pasión, de acción", donde se busca presentar "los rostros contrastados de un país y una realidad...".
Probablemente muchos no vimos esta telenovela, titulada igual que su tema de entrada, pero seguro que recordamos esta canción como una de las más sonadas en su tiempo.
(Si se preguntan por qué puse esta canción hoy, la respuesta es simple: me acordé.)