24 de agosto de 2012

No hay mejor momento para sentirse más sola

Y ahí está, en un espacio enteramente iluminado, pero cubierto con las sombras más tenebrosas de las emociones.

Destruyendo cada momento añorado, cada ilusión, y cada pizca de seguridad recobrada.

Pensando que ya nunca habrá un lugar para ella.

Destilando químicamente aquello que el cuerpo ya no puede soportar. Buscando un escape a las frustraciones que parece, más bien, la insistencia en sentirse mal.

Ya no basta desahogarse, porque el deseo ya no alcanza..

Tratando de encontrar soluciones, la fuerza se pierde. Todo se cansa y se nubla, nada volverá y ya nada será.

Nadie llega en el momento indicado, y sola, de una acertada, aunque triste manera, debe continuar...

9 de agosto de 2012

Manuscrito 1/3

Cerca de la entrada de la habitación, iluminada sólo con el reflejo que emana la luz del pasillo, me encuentro, con sentimientos que desconozco; más bien, sentimientos a los que no puedo nombrar.

Ganas arrebatadoras de llorar confunden mi mente, el pecho se siente pesado y la respiración… ¡nunca antes había sido tan consciente de ella!

Mis pensamientos van de un lado a otro de la cabeza, como si buscaran una salida; chocan entre ellos, se revuelven, se combinan: retrospectivas y prospectivas, hasta no saber a dónde voy, ni qué fue lo que sucedió; eso sí, al compás de Holden...

Je ne suis pas ce que je suis” retumba en mis oídos: no podía ser literal hasta hoy, cuando el nada intenso rayo de luz me impide distinguir las letras del teclado, y la melodía me hace suponer las palabras de lo que hay dentro de mí.

Las paredes comienzan a darme temor, no quiero que me escuchen, pueden adivinar cuanto tecleo, y en la noche lo escupirán, justo cuando esté a punto de perderme en el sueño, directo a mi cara y me levantarán… de golpe.

5 de agosto de 2012

Chavela:

¡Qué silencio tan amargo se respira hoy, justo hoy!

Hiciste retumbar la tierra con tu noticia, en un día sin emoción, cual chamana que eras.

Trascendiste, afortunada, como no podrán hacerlo las mentes que empobrecen este mundo, y como no han de entenderlo quienes no se atreven a amar.

Y te encontraremos en vida o en muerte, rebelde, sólo cuando nuestro espíritu sea tan libre como el tuyo.

Paloma negra, dicen, que no muere el que se va, sino quien se queda en el olvido.

Paloma Negra - Chavela Vargas

3 de agosto de 2012

Gana el premio Rostros de la discriminación

Samuel Segura, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, uno de los tantos compañeros de generación con el que tuve la fortuna de convivir, hoy hace que sus amigos, colegas, familiares y gente que lo estima, nos sintamos sumamente orgullosos por el premio Rostros de la discriminación, en su ocatava edición, que le otorgó la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) por la crónica "Viaje al ritmo de un perreo", publicada en Kaja Negra, en la categoría Crónica en Medios impresos y/o Internet.

Para mí es un honor contarles que conozco al ganador: es de esos pocos rostros de la facultad que han sabido esforzarse y se han preocupado por trabajar, al punto de hacer visibles sus resultados ahora.

Si he de hablar de Samuel, diría: tal vez al verlo no imaginaríamos que detrás de esa facha de metalero con cabello estilo "Jesucristo", con una forma muy peculiar, pero natural, de hablar, cabría un periodista en toda la extensión de la palabra. Una persona que encuentra la forma de darle voz a los demás y refleja lo que verdaderamente es.

Y, al ponerme a describirlo de esta manera, viene a mi cabeza el punto principal de su crónica: ¡vaya fineza para mostrar una situación real como la discriminación!, ¡cuánta educación para explicarle al mundo que somos unos egoístas!, ¡qué pulcritud en sus letras para llevarnos a un mundo desconocido y hacernos sentir parte de él!, ¡bonita manera de dejar hablar a sus personajes!

Lo único que ahora puedo hacer es recomendarles la crónica aquí, que visiten su blog El Molkajete y lo sigan en Twitter: @Sambodoque.

He de aceptar: soy una persona muy especial, en muchos sentidos quizá no muy buenos, pero ver estos logros, en personas como Sam, la verdad me hacen sentir feliz y, sobre todo, me da esperanza en que la sociedad aún tiene remedio.