23 de septiembre de 2008

Jin Yaxi

Por: Hikari Hotaru


Ése es el nombre de la profesora de chino que esperaban desde hace un semestre; ayer, al fin, llegó. Fue una sorpresa para todos, aquellos que llegaron tarde pusieron la misma expresión de asombro al entrar al salón y eran recibidos con la sonrisa de Jin laoshi, y un par con un "sorprise".

Tiene 28 años, tuvo problemas con su VISA, por eso no llegó antes. Vino a México a aprender español y no lo habla ni un poco, dice palabras sueltas, mas no ayudan en realidad: la clase es inglés-chino.

Aunque la mayoría de los alumnos dijo que lo más complicado del chino son sus caracteres, vino a demostrar que la pronunciación es aún más difícil, pero que sólo basta practicar un poco para atender bien a los tonos.

Yo la amo ya.

21 de septiembre de 2008

13 de septiembre de 2008

Normas de etiqueta para el lenguaje

INTENTA DECIR: Estoy absolutamente seguro de que esto no es factible.
EN LUGAR DE: No mames guey.

INTENTA DECIR: ¿Lo que mencionas es en serio?
EN LUGAR DE: ¿Te cae de madre cabrón?

INTENTA DECIR: Lo siento, pero yo no estuve a cargo de ese proyecto
EN LUGAR DE: Ese no es mi pedo

INTENTA DECIR: No estoy seguro de que esto pueda ser implementado
EN LUGAR DE: 'No mames, esto ni a madrazos sale...

INTENTA DECIR: Ajustaré mi agenda para ver cómo podemos programar esta nueva tarea
EN LUGAR DE: ¿Por qué chingada madre no me hablaste antes?

INTENTA DECIR: Él no esta familiarizado con este tema...
EN LUGAR DE: Ese pendejo no sabe ni madres...

INTENTA DECIR: Tengo sobrecarga de trabajo
EN LUGAR DE: Estoy hasta la madre de la chamba

INTENTA DECIR: Por favor, ¿Podrías buscar a alguien más para que te ayude?
EN LUGAR DE: ¿QuÉ, me viste la cara de tu pendejo o que chingados?

INTENTA DECIR: En este momento no me es posible ayudarte
EN LUGAR DE: Ándele, ándele, váyase a chingar a su madre

7 de septiembre de 2008

Te amo por siempre

Por: Hikari Hotaru


Esos ojos tuvieron un halo de luz y pureza incomparable e irremplazable; no parecía posible, menos en un ser como tú.

Hubo en ti tanta paz, tranquilidad. Verte significó sonreir.

Fue imposible no mirarte y sentir la misma alegría innata emanada de ti; la inocencia de esos ojos, que a la luz del sol parecían azules, agradecieron al mundo algo que es muy complicado para mi entender.

Levantarme y mirar por la ventada era comenzar bien el día, porque ahí estabas tú, vigilante y contento, siempre contento.

Siempre me pareció ver que dibujabas una sonrisa con el movimiento de tu cola. Al estrechar tu cabeza junto a mi pierna me hacía sentir tu agradecimiento por "eso", que no comprendí.

Jugar contigo era una batalla; tu rudeza y fuerza física no me dejaban tirar una pelota y que la devolvieras, ¡qué curioso!, la escoba y una botella de plástico eran tus juguetes preferidos.

Tu agresividad hacia otros, se volvía ternura para la familia; jamás ocupaste tu tamaño para intimidar, pero te imponías.

Podrán decir que un animal no da enseñanzas de vida, pero quien te conoció como yo, pensaría lo contrario. Siempre te aferraste a vivir; siempre disfrutaste del sol, del aire, de la lluvia, de la comida, de las personas; jamás reprochaste ni rechazaste una emoción; no te conformaste, aunque tampoco exigiste lo mejor: lo mejor siempre lo hiciste tú.

Fuiste una de mis razones de ser, parte de mi fuerza, calma, alegría y paz.

Gracias por tus años, por tu agradecimiento que no entendí, por cada día, por cada saludo, por cada asombro y emoción. Gracias por mirarme, por jugar, por estar ahí. Gracias por tu interminable alegría.

Perdón por todo.

Te amo por siempre.


5 de septiembre de 2008

De un peso a más

Por: Hikari Hotaru


Esta tarde, de camino al metrobús, después de comer con las amigas, saqué de mi bolsa trasera del pantalón la tarjeta para dicho transporte. De pronto, alguien me toca y me dice: "ya andas tirando el dinero" y me da un peso.

Mi amiga (la que iba caminando conmigo, pues) me mira "asustada" y comenta: "No, Lucre(!), eso es peligroso, que tal que tiene droga...y si te desmayas!!". Jaja, a eso le respondí que sólo traía dos pesos en mi bolsa, y si con el que recibí tenía la misma cantidad, entonces sí era el mío; así, metí la mano en mi bolsillo y le mostré que seguía teniendo dos pesos.

Zas! Se me había caído y la señora me lo devolvió: tuve una alegría momentánea.

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En el monumento a la madre había personas desnudas en contra de Calderón y Ebrard. No sé exactamente qué reclamaban, porque no pude ver bien sus pancartas. En cuanto tenga más información se los comento.

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Uno de mis amados perros está enfermo y eso me da miedo, se ve muy mal u.u.